Bodega familiar liderada por Eulogio Pomares en Meaño, el corazón del Valle del Salnés, en la D.O. Rias Baixas. La bodega ocupa un Pazo del siglo XVI y ya son 7 las generaciones al cargo de esta bodega.
Bodega familiar liderada por Eulogio Pomares en Meaño, el corazón del Valle del Salnés, en la D.O. Rias Baixas. La bodega ocupa un Pazo del siglo XVI y ya son 7 las generaciones al cargo de esta bodega.
Estamos ante uno de los enólogos más enamorados de su profesión y es difícil escucharle sin que su pasión te embriague.
La filosofia de Eulogio es el cuidado sostenible de los viñedos centenarios para conseguir su máxima expresión, en vinos parcelarios y de producciones muy limitadas.
La propiedad se compone de 6,54 Has. en 11 parcelas entres Sisán y Pedrenda con una edad media de 30 años, de las cuales, 3 parcelas están plantadas en pie franco.
Principalmente plantadas de Albariño, con algunos varietales autóctonos tintos como Caiño, Loureiro y Espadeiro.
Desde 2006 la bodega esta certificada como Producción Integrada, con lo que además de ser rentable, es sostenible y respetuosa con el medio ambiente.
Los rendimientos de las parcelas 6.000-8.0000 kg/ha, están poco por encima de la mitad de lo permitido por el Consejo Regulador de Rías Baixas 12.000 kg/ha.
Las vendimias son manuales en cajas de 16 kg. después de gran cantidad de controles de maduración, vinificando solo racimos que están maduros y sanos.
Albariño fresco, mineral y elegante, procedente de parcelas de 35 años, después de su fermentación en deposito de acero, maduro sobre sus lías finas 3 meses. Un gran vino para ser el básico de la bodega.
El Zarate Balado procede de dos parcelas pequeñas de Albariño en Sisán, Ribadumia, replantadas a mitad de siglo pasado a pié franco. Con orientación sur y suelos pobres y poco profundos. La finca se encuentra cerrada por un muro de granito, al más puro estilo “clos” francés.
El Pago El Palomar es la parcela contigua a la Bodega con cepas centenarias de albariño a pie franco y una superficie de 0,36 ha, la más antigua de la propiedad y de las más antiguas documentadas de la D.O. Con un suelo granítico muy poco profundo lo que aporta la mineralidad característica del vino.
El Pago Tras da Viña es una parcela de 0,6 ha de Albariño replantada en 1970 injertando yemas del Pago El Palomar, de orientación sur pero con suelo profundo y rico en materia orgánica que le aporta un gran rendimiento.